vive, sueña, ama, exprésate, haz valer tu palabra...no tengas miedo a imaginar...

lunes, 17 de junio de 2013

Hola hola!!! Feliz lunes mis minin@s...miren lo que les traigo el día de hoy...
Pues verán, pensando el lo maravilloso que es el amor, la fortuna de encontrar a esa persona que hace que sientas mariposas hasta en los dedos de los pies...recordé la historia de Alex y John...alguien los recuerda?? del corto Calor de verano pues bien, yo creo profundamente en el amor a primera vista y las parejas destinadas...si bien no somos cambia-formas el amor esta en todas partes!!! esta calurosa y linda tarde me encuentro muy melosa...tanto que hasta las abejas se hartarían de mi...y como los quiero mucho les comparto otra historia cortita de estos lindos chicos...compartan y comenten si también están a la espera de su príncipe  (azul, morado, verde, amarillo,el color que mas les guste), su verdadero amor, su pareja destinada...su vida y si ya lo tienen no lo dejen ir!!!
Que lo disfruten!!! <3


Algo más


-          joder!!! Es que no tengo nada decente que ponerme…
Despotricaba y maldecía por toda la habitación mientras arrojaba prenda tras prenda inútil por el suelo…no es que no tuviera ropa bonita, pero digo, ¿Qué te pones en tu primera cita con el chico más caliente que ha conocido?
No es como si no hubiéramos salido, ya que fuimos a comer después de la escuela pero…esto era diferente!!! Teníamos un maldito mes saliendo y después de lo que paso en MI habitación, el señorito apenas y se había dignado a besarme…
Aunque sus besos son dulces como la miel y tan tiernos que son capaces de convertir en masilla al más rudo…el problema radicaba en que en el momento en que yo me ponía todo…caliente, y dispuesto el se alejaba, inventando lo tarde que era, alegando tener que estar en otro lado etc., etc., etc.…
Este era nuestro primer aniversario como pareja…ya que lo contábamos desde el primer día de clases.
El día anterior me dijo muy serio mientras tomábamos un helado en la plaza:
-          Alex…-trago audiblemente y me sonrió- quieres salir conmigo mañana por la noche?, ya sabes, una cita, por el primer mes- se le veía tan nervioso, me pareció muy extraño pero se veía adorable con el sonrojo en sus mejillas-.
-          Claro que si John, además, no es como si no saliéramos
Note que desviaba la vista pero no agrego nada mas, al final del día me llevo a casa de mis tíos, me dio un breve y casto beso en los labios y otro en la frente…me sentía especial y al mismo tiempo me frustraba…donde quedaron esos ardientes besos del verano?
Al final me decidí por unos vaqueros oscuros y una camisa azul cielo, mi tía decía que me miraba lindo como un botón, amo a mis tíos, en serio, aceptan tan bien mi relación con John mejor que mis padres.



Conduje hasta el sitio en que habíamos quedado, era un pequeño café alejado del centro, con mamparas que daban privacidad a la mesa, todo decorado en tonos chocolate y naranja, bonito.
John ya estaba sentado en la mesa, en cuanto me vio una enorme sonrisa se extendió por su rostro  dándome la bienvenida. Justo esos detalles hacían que me enamorara cada día más…
Un momento, lo amaba??  Me petrifique en el suelo un segundo antes de avanzar, podría considerarlo más tarde.
La cena transcurrió sin mayor detalle, hablamos, reímos y la comida que eligió fue estupenda. Tomamos el postre compartido, mi favorito, pastel alemán…quien se resiste al chocolate eh?
Mientras disfrutaba el ultimo bocado del pastel volvió a mí la misma interrogante…lo amaba?? En eso estaba cuando de pronto John puso una caja alargada, forrada en terciopelo negro…joyería??
Lo mire con una pregunta en los ojos pero el solo asintió, tome la caja y la abrí…dentro estaban colocados una encima del otro dos dijes de plata idénticos con una incrustación de zafiro…el color azul era hermoso, pero más hermoso era el mensaje escrito en el, simple, directo, corto.
Te amo
Mis ojos se anegaron en lágrimas, increíble que no me haya puesto como una magdalena, porque en ese momento me di cuenta, sí, yo también lo amaba.
John llego a mi lado poniendo su mano sobre la mía, levante la mirada y supe que él podía ver lo mismo en mis ojos.
-          Puede que parezca repentino bebé, pero te amo, yo…- tenía que dejar de hablar, y lo necesitaba ya-.
Estampe mis labios sobre los suyos en una beso que derribo sus defensas, por primera vez en un mes, me beso de verdad, abrí mi boca dejando que entrara, saboreado en su lengua el chocolate y el sabor único que lo caracterizaba, almizclado, fresco y sobre todo dulce.
Rompí el beso por falta de aire y me di cuenta que no estábamos en el lugar privado que yo quería.
Tomo el dije con la inscripción y lo puso alrededor de mi cuello sujetando el broche en su lugar. Mire al interior de la caja y el segundo dije no tenía nada, lo tome con mi mano y note el relieve de la parte trasera, en un intrincado diseño de guías y flores estaban grabadas las letras A y J, el mío también lo tenía.
-          Bebe, quiero que vallamos a un sitio…vienes?- pero claro!!! Estaba tan feliz que casi hacia un baile allí mismo, pero me limite a asentir con la cabeza. Pago y nos encaminamos hasta mi coche, el no tenia uno, pero lo dejaba conducir el mío.
Yo conocía la ruta, íbamos a su casa. El camino fue silencioso y diría que un poco tenso. Llegamos bajamos del coche y subimos las escalerillas que separaban la puerta de entrada con el patio delantero. La casa estaba a oscuras.
-          Alex- su voz sonaba ahogada cuando hablo mientras subíamos las escaleras a su recamara- bebe, yo quería esperar, nos hemos conocido durante un mes entero y sé que te amo, eres todo lo que siempre busque en alguien y sé que nunca podre encontrar a nadie más- y diciendo esto empujo la puerta de la habitación, con lo que revelo en interior de esta.
Al menos varias docenas de velas encendidas estaban dispersas por todo el lugar, las ventanas cubiertas por cortinas de gasa oscura, dejando que solo un leve resplandor de la luna se filtrara por ellas, pero lo más imponente era la cama tamaño King en la parte trasera de la habitación. No tenía las típicas sabanas blancas, en cambio estas hacían juego con las cortinas, un ligero y vaporoso dosel caía en cascada por un extremo de las sabanas junto a esponjosos almohadones, si bien no eran sabanas blancas…si estaban los pétalos de rosa, rojos y blancos dispersos por el gran cuadrado frente a mí. Las lagrimas fluían ahora libremente por mi rostro, sujete duro el dije en mi cuello y me enfrente a John, en único hombre que había amado hasta ahora, y seguramente el único al que amaría.
-          Yo también te amo- las palabras salieron ahogadas y un poco rotas al final, pero la hermosa sonrisa que me dedico, me aseguro que había entendido- hay algo que te hace falta- dije, mientras sacaba del bolsillo del pantalón el dije que le correspondía a él. Tuve que ponerme de puntillas para alcanzar a rodear completamente su cuello pero lo hice, en el momento en que termine, afiance mis manos y me lance a besarlo como un poseso.
Tanto tiempo deseándolo, teniendo lo tan cerca y sin poder tocarlo, deslice mi lengua dentro de su boca, saboreando sus labios, su lengua, todo.
El bajo sus manos hasta mi espalda pasando arriba y debajo de mi columna vertebral, acunando finalmente mi culo, que amaso, pellizco y levanto. Instintivamente rodee su cintura con las piernas por lo que nuestras erecciones se frotaron juntas. Estaba tan duro.
Agarrando en un puño un mecho de cabello aparto su boca de mí, hizo un camino húmedo por debajo de mi cuello y por mi oreja susurrando tan grave y bajo que apenas y lo escuche.
-          Alex, demasiada ropa bebe.
Si no sufrí antes de una combustión espontanea seguro eso lo lograría. Me baje de él, quitándome los zapatos con la punta de los pies, lo mire un momento y me sentí valiente.
Camine lentamente hacia atrás despojándome de la ropa en el camino, cuando mis piernas tocaron el borde de la cama me gire despacio y me agache todo lo que pude retirando la ropa interior en el proceso, dejándole verla redondez de mi trasero así como mi ansiosa entrada. Donde quedo la timidez???
Escuche un largo gemido a mis espaldas y supe que había ganado. Me subí a la cama y moviendo un dedo lo llame a mí.
Ya no hubo palabras, solo roncos gemidos y protestas por ambas partes cuando sentíamos que la ropa no quedaba fuera lo suficientemente rápido. Al final cayó junto a mí con el sonido de nuestras pieles chocando, haciendo un lio de piernas y brazos.
-          Bebe te deseo tanto…eres tan hermoso- bajo su boca hasta mi pecho succionando todo a su paso. Mis tetillas se endurecieron formando tensas protuberancias ansiosas de atención, casi tanto como lo hacia mi pene, que goteaba un mar de liquido pre-seminal formando un pequeño arrollo en la base.
-          Ma-maaaaaaaaaas- grite yo, aunque más que un grito era un agudo chillido suplicante, anhelante, lo deseaba tanto.
Riendo entre dientes bajo hasta mi parte media y tal como la primera vez me engullo hasta que la punta toco el fondo de su garganta, sentí un familiar cosquilleo en el bajo vientre y luche con mi control por alejarlo, tirando de su cabello y quedándome quieto.
Me miro con incertidumbre y solo negué con la cabeza, mordiéndome el labio añadí:
-          No quiero venirme tan pronto, quiero…quiero que estés dentro de mi cuando lo haga.
Una sonrisita de sabelotodo apareció en su rostro.
-          No te preocupes amor, somos jóvenes, tenemos una capacidad increíble de recuperación- cuando acabo de hablar escuche una tapa cerrándose y después sentí el frio tacto del lubricante circular mi agujero- relájate bebe- su voz tomo esa cadencia amorosa de nuevo- quiero hacer esto bueno para ti…para nosotros.
Inserto uno de sus dedos en mí, me produjo cierta picazón, pero no lo suficiente…ohhh, tal vez se me paso decirle que de vez en cuando jugaba con mi tapón pensando en el…que cosas.
Agregando más lubricante metió dos dedos en mí, al tiempo que se tragaba entera de nuevo mi polla. Succiono fuerte y rápido al ritmo de sus envestidas, añadiendo otro dedo, estirándome dulcemente para él.
Doblo un poco sus dedos, tocando ese dulce punto dentro de mí, grite su nombre al tiempo que disparaba furiosamente cuerdas y mas cuerdas de mi caliente semilla, lo trago todo limpiándome en el proceso. Retiro su boca para seguir lamiendo bajo mis bolas, paso su lengua húmeda por todo lo que alcance le permitía mientras seguía jodiendome con sus dedos.
Así como lo dijo, comencé a recuperarme casi al tiempo en el que me corrí. Retiro los dedos y me dio una sonrisa ladeada.
-          Ves lo que te dije bebe?
Asentí un poco débil aun sin fuerzas por mi anterior orgasmo. Escuche más que vi, el aluminio al rasgarse y después sentí como se cernía por encima de mí. Colocando una mano al lado de mi cabeza y la alineándose en mi entrada. Me miro y en sus ojos pude ver la pregunta, asentí mordiéndome el labio para acallar el gemido de protesta ante su invasión. Me sentía lleno y dolía como el infierno, me relaje y poco a poco el dolor se convirtió en el placer más intenso que había sentido en la vida.
Moví mis caderas incitándolo a moverse y comenzó una lenta tortura.
Entraba y salía con estocadas largas, lentas y muy muuuuuy sensuales, trabe mis piernas alrededor de su cintura dándole mejor acceso, ocasionando que golpeara mi próstata.
Grite y me arquee tan alto que podría haber roto las ventanas, eso pareció desatar a la bestia en su interior, sujeto mis caderas con ambas manos y comenzó un ritmo castigador, yo no paraba de gritar, gemía arañando las sabanas a mi alrededor y luchando por llevar aire a mis pulmones, la dulce fricción dentro-fuera, exploto inesperadamente la bomba de tiempo  en mi.
Vi luces de colores detrás de los parpados cuando un orgasmo más intenso que el anterior se adueño de mí, salpicando nuestros pechos y estómagos, contraje automáticamente los músculos provocando SU orgasmo, lo sentí engrosarse un poco y después la sensación más maravillosa, cuando baño mis paredes interiores con su cremosa y calientes esencia.
El era mío, yo era suyo.
Aun seguíamos temblando cuando salió de mi, deshecho el condón y nos limpio tiernamente a ambos. Se acostó a mi lado y tiro de mí a sus brazos, me sentía completo.
Nos besamos por lo que parecieron horas, dulces y cálidos besos, solo demostrándole lo feliz que me sentía a su lado. Cuando nos separamos dio un gran bostezo y nos arropo a ambos con las sabanas.
-          Debemos llevar esto a la joyería- le dije tomando el dije entre mis manos- quiero agregarle algo.
-          Mmh mmh…y que..-un gran bostezo- que sería eso?
-          También te amo.
Me sonrió y me dio un último beso antes de caer dormidos uno en brazos del otro.
Me sentía más en paz y completo de lo que jamás había estado, el era lindo, tierno y por lo que veía un romántico empedernido, no podía pedir algo más. Si bien todo comenzó gracias al calor del verano, esto…esto era algo más.

Fin

1 comentario:

  1. que linda historia...creo que he enamorado jajaja muchas gracias por compartirla :)
    yo no he tenido la suerte de encontrar a esa persona que haga que sienta una parvada en el estomago jajaja pero sin duda deseo poder encontrar a esa persona...quiero a mi príncipe negro jajaja y que venga en moto ☻ ♥

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